QUÉ SON LAS TERAPIAS ENERGÉTICAS

Iniciar un proceso terapéutico es dar un paso para retomar las riendas de nuestra vida. Un paso hacia la salud y la libertad interior. Emprendiendo una aventura que lleva a escuchar el alma, abrir el corazón y vivir con la verdad de cada uno. Es estar en sintonía con los sentimientos, tomando consciencia de los pensamientos y creencias inconscientes. Aprendiendo a llevar la mirada hacia adentro con honestidad e integridad asumiendo la responsabilidad de la propia vida.

Por ello, es un compromiso con uno mismo y con la propia felicidad para poder elegir más paz y satisfacción. Con menos juicios y más apertura, entendimiento y compasión. El terapeuta y las técnicas actúan como un canal para el flujo energético y catalizador. No obstante, es la propia persona quien tiene la capacidad de transformar su estado gracias a la nueva frecuencia, pudiendo restaurar un equilibrio duradero en su organismo a nivel integral, provocando así la Sanación Energética de sí misma.

LA TERAPIA ENERGÉTICA

Las terapias energéticas son técnicas basadas en la aplicación de la energía. Con el objetivo de restaurar el equilibrio y la armonía física, mental, emocional y espiritual de la persona. Actúan reactivando la comunicación de los canales energéticos en el cuerpo físico y restaurando el flujo electromagnético entre las célula. El resultado es que revierte en un mayor bienestar a todos los niveles. Esto proporciona la base para la integración armoniosa de cuerpo, mente y espíritu.

La física moderna nos enseña que todo está compuesto de energía. Esta energía fluye por conductos regulares en un orden originalmente armonioso y equilibrado. Las presiones de la vida diaria, los hábitos de vida, pensamientos y emociones perturbadores, entre otras causas, pueden producir la pérdida de ese equilibrio. Por acumulación, déficit o bloqueos en diferentes puntos del sistema energético, interfiriendo en la adecuada circulación del flujo energético vital. Por ello, damos paso posteriormente a diversos trastornos, dolencias y enfermedades.

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EL SONIDO COMO TERAPIA y SANACIÓN 

Las técnicas energéticas y vibracionales actúan restaurando el flujo energético vital. En ese sentido son un apoyo complementario a los tratamientos médicos convencionales. La aplicación del sonido con Cuencos Tibetanos y Voz actúan como terapia energética e integrativa. Es decir, eliminando de la memoria celular el miedo, la ansiedad y otros recuerdos dolorosos del pasado.

Una aplicación concreta y sistemática del sonido sobre núcleos conscientes e inconscientes localizados espacial y corporalmente. El cuerpo físico guarda registro a nivel celular de todos los impactos recibidos por la psique a lo largo de nuestra vida. La terapia de sonido realizada con los cuencos tibetanos accede y modifica memorias corporales recientes o antiguas.

El sonido hace vibrar la materia, siendo capaz de romper y modificar su estructura, sin poder hacer nada para impedirlo. El sonido vibra cambiando nuestra organización molecular, haciendo que surjan emociones bloqueadas o que nos negábamos a sentir (miedo, rabia..). O todo lo contrario, como por ejemplo euforia, alegría o felicidad.

Es inevitable que la vibración actúe, penetrando, liberando y soltando, más allá de la lógica de la razón y el ego. Y lo hace sin forzar ni imponer nada. Desde la voluntad y sin ofrecer resistencia hacia la terapia, vamos realizando nuestra propia sanación, de forma armónica y placentera.

El proceso

El objetivo de la terapia es la Comprensión y Aceptación de uno mismo. Esto pasa por aceptar todas nuestras emociones, aprendiendo a gestionarlas. Así como por conocer los patrones inconscientes que nos dirigen y, aprender a dejarlos ir, soltarlos y elegir otra cosa, abriendo una puerta hacia la libertad.

El tratamiento terapéutico abarca la parte cognitiva, la emocional y la corporal (el organismo en su totalidad), y también la espiritual. Con un enfoque holístico que pone énfasis en ese testigo que siempre nos acompaña, la Conciencia. Que lo ve todo desde un punto cero y un espacio de neutralidad en el que todo fluye y cambia constantemente. Y desde el que podemos observarnos y mirar nuestra realidad más objetivamente, sin identificarnos con ella.

Por tanto, esta terapia requiere la participación activa de la persona. En realidad, el terapeuta No sana a nadie, es la persona la que se sana a sí misma. El trabajo principal tiene que ver con la toma de Conciencia de los patrones mentales que, en primer lugar, crearon la enfermedad. Al terminar la terapia, incumbe a la persona tomar nota y cambiar paulatinamente las actitudes erróneas que le llevaron al desequilibrio. Pudiendo experimentar cambios internos que tendrá que trabajar y asimilar.

«Estas Terapias Energéticas son la clave del desarrollo y crecimiento interior de uno mismo. Englobando todo lo que somos: mente, cuerpo y espíritu. La salud surgirá cuando todas las partes de las cuales estamos formados se vuelvan coherentes entre sí y vibren en armonía»